Tras la última aprobación en la Cámara Baja, ahora falta la firma presidencial para su promulgación. Representantes del sector empresarial, sindical y político se refieren a este hito.
A la espera de la firma de promulgación, del Presidente Gabriel Boric, y la correspondiente publicación en el Diario Oficial quedó el proyecto de ley sobre la reducción laboral de 45 a 40 horas, la que ahora será normativa tras la aprobación de la Cámara de Diputadas y Diputados, en su último trámite legislativo.
Una iniciativa que, como pocas veces ocurre, no tuvo mayores discrepancias y obstáculos en el Congreso, y que junto con reducir la jornada de trabajo contempla otras aristas como la regulación de horarios especiales, y que muestra como principal ejemplo la situación de las asesoras del hogar puertas adentro, o de quienes se desempeñan en tareas a bordo tanto en el mar como en aire.
Además, da espacio para distribuir las tareas semanales en modalidad de 4×3, etc.
En este sentido es que han sido varias las reacciones al respecto, desde el mundo sindical, empresarial y político.
Desde el Gobierno, la seremi del Trabajo y Previsión Social del Biobío, Sandra Quintana, dijo que “son más de 4 millones de trabajadores y trabajadoras que van a ver efectiva, en un corto plazo, una reducción de la jornada laboral”.
“Esto va a ser gradual. Vamos a tener cinco años para ir reduciendo de 45 a 40 horas (…) Algo fundamental será, por ejemplo, que no se reduzcan los sueldos; que podamos tener una franja horaria para los papás y mamás para que tengan la posibilidad de poder ir a dejar a sus hijos a la escuela”, agregó.
“Como dijo la ministra, Camila Vallejo, la política se ha puesto a la altura de los grandes desafíos del país”, comentó el seremi de Gobierno, Eduardo Vivanco.
CPC Biobío
Desde el mundo empresarial, Álvaro Ananías, presidente de la Cámara de la Producción y del Comercio Biobío (CPC), dijo que “nos parece bien avanzar en medidas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y trabajadores de Chile, pero también el cuidar los empleos, y eso significa mantener la competitividad. Nos parece que la medida de pasar de 45 a 40 horas debe tener controles sobre la productividad”.
