El ranking Mujeres en la Alta Dirección 2018, elaborado por la consultora Virtus Partners y Comunidad Mujer arrojó que “Chile está atrasado en materia de diversidad de género en la alta dirección y gerencia”. Esta afirmación se desprende de la última medición que ambas organizaciones hicieron sobre la participación femenina en cargos gerenciales y directorios de importantes empresas nacionales.
Según el ranking, durante este año, sólo el 6,3% de los ejecutivos de alta jerarquía y directores de las empresas Ipsa (con mayor presencia bursátil del país) son mujeres. De un total de 327 personas y de ellas sólo 21 corresponde a ejecutivas.
Cifras poco alentadoras respecto a la realidad internacional si consideramos que para fines de 2017, 17,3% de los puestos en directorios eran ocupados por mujeres, según datos proporcionados por el mismo estudio.
¿Cuál entonces será la razón de esta brecha y qué podemos hacer para revertirla y rescatar el aporte femenino en nuestras corporaciones? Ciertamente nuestra cultura es distinta y hemos tenido avances en materia de políticas públicas en torno al tema; sin embargo, es un aspecto que debiéramos abordar con más énfasis.
La participación de mujeres en cargos directivos se traduce en un mayor retorno de capital, plantean estudios del Banco Interamericano de Desarrollo, pues la diversidad de liderazgos amplía las perspectivas y da una mayor visión al entorno corporativo, tanto en la gestión interna, como en la externa.
No se trata de generar una suerte de “rivalidad” para ver quiénes son mejores, si hombres o mujeres, sino más bien destacar un modelo de liderazgo que es complementario y por ende, permite un crecimiento con mayor equilibrio.
Hace unos días la CPC Biobío, junto a Diario Concepción y a la Corporación Ferbio, organizó el seminario “Mujeres Liderando Organizaciones”. Durante esa jornada, expositoras como la penquista María Olivia Recart, ex vicepresidenta de Asuntos Corporativos de BHP y la primera presidenta del Consejo Regional, Flor Weisse, entregaron su visión de este panorama y un relato de sus experiencias para romper los paradigmas en torno a la diversidad de género. Al mismo tiempo, Claudio Santelices, gerente de Clientes y RSE de Essbio compartió la manera en que la compañía ha incorporado a mujeres liderando equipos, con grandes resultados.
Hoy es necesario generar espacio de conversación, alcanzar consensos para que cuando las nuevas generaciones asuman los roles de liderazgo, sólo midan las competencias de quienes las ejerzan, de manera que, hombres y mujeres accedamos de manera igualitaria al mundo de las ciencias, a las industrias, a los gremios, a la academia, a la política, a todas esas tareas que siempre han estado asociadas a un género u otro.