Gremios y actores locales plantean la urgencia de atraer inversiones al Biobío

  • Autoridades, representantes de la academia y del mundo privado analizaran la realidad regional y definieran cómo generar instancias para la reactivación económica.
  • Durante el encuentro, Aclara presentó el proyecto “Módulo Penco”, que actualmente se encuentra en Estudio de Impacto Ambiental y cuya aprobación cambiaría la configuración productiva de la Región del Biobío.

 

Generar un llamado de atención a los sectores público y privado en torno a la necesidad de potenciar una agenda de inversiones para la zona fue el objetivo del conversatorio “Inversiones en Biobío: ¿Cómo atraerlas para la urgente reactivación de la región?”, encuentro organizado por la Cámara de la Producción y el Comercio Biobío, CPC Biobío, y la Universidad San Sebastián, que reunió a autoridades y empresarios de distintos sectores productivos.

Las inversiones son la principal fuente de generación empleo formal y permanente para un territorio, y por ende, su principal activo para que la productividad se traduzca en el bienestar y mejores oportunidades para las personas que lo habitan.

De acuerdo al último Informe de Mano de Obra emitido por la Corporación de Bienes de Capital, CBC, la Región del Biobío ha registra un repunte en la contratación para el quinquenio 2022 – 2026; sin embargo, existe una disminución de proyectos de inversión con cronograma definido para la zona, que ponen en riesgo el desarrollo económico y social.

Ante esta realidad, Ronald Ruf, gerente general de la Cámara de la Producción y el Comercio Biobío, CPC Biobío explicó que “Históricamente el gremio ha fomentado la inversión. La región necesita inversiones y por lo tanto, siempre apoyaremos proyectos que le hacen bien a la región y le hacen bien al Estado, porque mueven la economía”.

Incentivos

Durante el encuentro se planteó la necesidad de aumentar la cartera de proyectos que busquen instalarse en la zona y dinamicen la economía local.

En este sentido, el doctor en economía y académico de la USS, José Barrales comentó que “Existe una correlación entre el PIB regional y las inversiones en la zona, y desde este punto de vista, experimentamos una desaceleración”. Agregó además que este proceso se arrastra desde la pandemia. “En la nueva fase, después del crecimiento sostenido que tuvimos tras el Covid, ahora estamos bajando, desacelerándonos por debajo de lo que sucede con el resto del país”.

Respecto a la atracción de inversiones para el Biobío, el seremi de Economía, planteó que desde su cartera se están desarrollando una serie de políticas públicas que buscan atraer más inversiones al país y a la Región del Biobío. “Hoy tenemos un proceso de evaluación ambiental que tiene plazos muy prolongados; por lo tanto, el trabajo es fortalecer ese proceso, con mayores certezas, acortando plazos y con trámites sectoriales más expeditos”.

Sepúlveda añadió que el proyecto de reforma tributaria mantiene vigentes incentivos por ejemplo la atracción de inversiones verdes, sostenibles, que contribuyan a que la región transite hacia un nuevo modelo de desarrollo productivo donde sus actividades e inversiones tengan una mirada social y medioambiental.

Proyectos en carpeta

Tras la entrada en funcionamiento de la planta de MAPA, de empresas Arauco, la Región del Biobío no registra grandes inversiones públicas ni privadas que, una vez que inicien operaciones, generen empleos directos e indirectos para el territorio. Salvo un par de excepciones.

Una de ellas es la apuesta que está haciendo la empresa Aclara, que a través del proyecto Módulo Penco busca producir tierras raras desde las arcillas iónicas que se encuentran en los cerros de esa comuna, uno de los pocos puntos del planeta en que están concentrados estos minerales, esenciales para el desarrollo de tecnologías verdes como la electromovilidad y turbinas eólicas, entre otros.

La iniciativa, que recientemente obtuvo la admisibilidad del Servicio de Impacto Ambiental, SEA, proyecta una inversión de US$130 millones y de aprobarse, comenzaría su operación en 2025, generando alrededor de 2 mil puestos de empleo directos e indirectos.

“Nuestro nuevo proyecto apunta a una minería sustentable, que utilizará 100% aguas domiciliarias tratadas, la que será además recirculada en un 95% del agua, por lo que no se producirán residuos industriales líquidos. Tampoco existirán relaves, ni se usará molienda o chancado”, explicó Ramón Barúa, CEO de Aclara.

Para la directora de Aclara, María Olivia Recart, la apuesta que está haciendo la compañía en Penco, no sólo es una oportunidad de desarrollo para una nueva industria en una región eminentemente industrial, sino que además “pone al Biobío a la vanguardia de en materia de producción de energías renovables. La aplicación de tecnología y el desarrollo de innovaciones para una extracción sustentable, como el modelo de “Cosecha Circular de Minerales” que ha patentado Aclara, permite corroborar que hacer minería con altos estándares medioambientales, es posible”.

Para el seremi de Economía “El proyecto de Aclara generaría una transformación en la estructura económica de la Región que hoy tiene una dependencia fuerte del sector forestal maderero. Por lo tanto, incorporar un proyecto minero reconfigura la economía y establece otras dependencias económicas”.

 

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