Álvaro Ananías
Presidente CPC Biobío
No deja de ser curioso que el actual proceso constitucional no haya tenido el revuelo del anterior, dado que —en el fondo— sigue lo mismo en juego: la redacción y aprobación de una nueva carta fundamental para Chile.
Desde ese prisma, se podrían aventurar dos conclusiones al respecto. Por un lado, que el debate del año pasado estuvo potenciado por las formas que se emplearon en la discusión, y por el otro, que un amplio porcentaje de la ciudadanía se cansó o quedó agotada y ahora decidió no participar.
Ante estas y otras interrogantes, en la CPC Biobío repetimos el ejercicio de preguntarle a nuestros asociados sobre este proceso, donde los resultados del sondeo dieron ciertas luces acerca de por qué se vivió así la actual instancia constitucional.
Entre los resultados que marcaron amplias diferencias respecto al proceso constituyente anterior, un 80% de los encuestados lo consideró “más confiable”, en tanto que el 75% expresó que ha sido “más equilibrado”.
Además, ante la consulta sobre si “está de acuerdo con que Chile necesita una nueva Constitución”, el 64% de quienes respondieron esa pregunta lo hicieron afirmativamente.
Respecto a las respuestas sobre aspectos que impactan en la economía regional, el sondeo reveló mayor optimismo hacia la actual propuesta de nueva Constitución, donde los encuestados sostuvieron mayoritariamente que sí genera condiciones para propiciar el empleo (51%), la inversión (60%) y el emprendimiento (58%). Vale recordar que en la consulta realizada en 2022, ante la misma pregunta, el empleo alcanzó 22%, la inversión 20% y el emprendimiento 22%.
En relación a la consulta “¿qué sensación le produce la nueva propuesta de Constitución?”, en que se pudieron seleccionar dos opciones, un 40% manifestó sentir preocupación, el 38% se inclinó por tranquilidad y el 24% por esperanza. Frente a igual pregunta en la encuesta del año pasado, las tres preferencias más altas fueron preocupación (83%), temor (4%) y esperanza (4%).
La cifra que se mantuvo inalterable en 22% entre los sondeos de 2022 y 2023 fue ante la interrogante acerca de si la propuesta de nueva Constitución propiciará una mayor descentralización.
Donde si hubo otra vez grandes diferencias entre ambas mediciones fue ante el escenario de que se rechace la redacción del texto, en que ahora sólo un 7% preferiría iniciar un nuevo proceso, mientras que el año pasado esa alternativa alcanzó el 68%.
Como lo evidencian estas cifras, tal vez los atributos de un proceso más estable, equilibrado y confiable han alejado la labor del Consejo Constitucional de la controversia y el revuelo. Y si a eso, como revelan las preferencias, le sumamos mayores señales de optimismo vinculadas al texto elaborado, entonces podemos detectar los aspectos que han caracterizado un devenir más calmo y sin sobresaltos.